se nos va el verano

- Se nos va el verano.

- ¿Cuándo ha llegado?- le pregunté.

- Llegó cuando los locutores estrellas abandonaron su trabajo para ser sustituidos por aprendices de mago, llegó cuando la Razón trajo de nuevo a su portada Gibraltar, llegó cuando los negros de África cambiaron dunas por olas en el estrecho. Llegó cuando me salió de las pelotas.

-  Se te va el verano, amigo.

Me descojono de la vida y sus actores.
Si fuera un teatro, sin duda sería una gran obra, hecha a golpe de improvisación de actores de todo género, de los buenos y de los malos, con un director de obra esquizo y bipolar.
Yo estaría ahí, el en rincón, descojonándome, de ti y de tus verdades absolutas, de tus ordenes sin sentido, de tus errores constantes, de tu soberbia, de tu incapacidad.
Me descojono.

NO HE MUERTO

Quería tranquilizar a mi único lector, (si sigue vivo) de que no he muerto, aún.
Es sólo que el aparearse y tener progenie exime a uno del deber de tener tiempo para las cosas importantes como vomitar ideas y pensamientos abstractos no madurados por escrito.
Aún así y con todo, querido lector me gustaría tranquilizarte y que gozaras con estas pocas líneas que huelen a tierra recién mojada tras una tormenta.

he vuelto